
Aron Ralston, montañero estadounidense, saltó a la fama cuando en mayo de 2003, durante una actividad en el Blue John Canyon de Utah, quedó atrapado al desprenderse una roca. Ésta apresó su brazo derecho y Ralston pasó 5 días sin poder librarse, hasta que decidió cortárselo con una navaja multiusos. Ya sin brazo, deshidratado y delirante, consiguió rapelar 20 m de pared y caminar un buen rato hasta que una familia holandesa lo encontró y aviso para su evacuación. Esta fascinante historia ha sido llevada al cine por Danny Boyle, en un film realmente inquietante: "127 horas". Protagonizada por James Franco, la cinta no dejará impasible al espectador. Una historia que, una vez más, sobrepasa los límites de la resistencia humana y su relación con el montañismo.