INVIERNO DURO PARA EL MONTAÑISMO

     Tras la gran cantidad de precipitaciones caídas este invierno, la montaña se ha convertido en un lugar más hostil de lo habitual y en el que extremar las precauciones se torna como algo fundamental. La gran cantidad de nieve acumulada en las cumbres hace que el riesgo de avalanchas haya aumentado en comparación con otros años. De hecho, el número de accidentes acontecidos este año, así lo certifica.
     La montaña palentina, esa gran desconocida, ya ha hecho acto de presencia en este negativo balance. Los cuerpos sin vida de dos hermanos vascos fueron rescatados de la cara sur del Curavacas tras ser sorprendidos por un alud de placas el pasado mes de Enero. Días antes, una mujer de 42 años caía al vacío por la norte del Espigüete.
     La falta de costumbre de inviernos como este, hace que no se tomen las suficientes precauciones a la hora de ir a la montaña. En palabras de Enrique de la Cruz, miembro del Grupo de Rescate de Castilla y León, "la montaña es algo muy serio, sobre todo en invierno, y los montañeros nos tenemos que mentalizar de que es mejor quedarse en casa si las condiciones no son buenas." Además, apunta que "estar del otro lado te hace ver las cosas de otra manera" y destaca como algo básico "llevar camprones y piolet, siempre que se sepan utilizar".